Refugio nuclear

¿Se acabó el gas de balita? Pues tendremos que esperar a la noche, cuando el cielo se encienda y regrese el calor a los charcos de hielo amarillo. Para subir la manguera y drenar.

2 notas:

Sol dijo...

Que gusto poder disfrutar de tu imaginacion!!
No es solo abundante, sino que es capaz de transformar algo sumamente cotidiano y hasta desagradable en una imagen casi cosmica y bella!

Alejandro Cuba Ruiz dijo...

Gracias Sol, ya habrá tiempo para que las historias postnucleares sean dignas de ser contadas.

Con tantos túneles bajo la Ciudad de La Habana, deben haber unas cuantas personas con el placer de vivir bajo tierra.