Caminando por La Habana

Lo divertido de conocer las cuadras que nos separan de un destino es que a medida que caminamos tenemos la posibilidad de dividir el trayecto en números fraccionarios.

De manera abstracta, no sea que un cociente termine de rajar alguno de esos edificios que están por sucumbir.

2 notas:

Boris dijo...

Es como esas estadísticas que nos hablan de 3,9 personas o 4,2 autos... ¿le falta una oreja a la última? ¿o el carro es un Lada?

Alejandro Cuba Ruiz dijo...

Jaja, es que hay calles que se pueden tomar como fraccionarias... No te recuerda al Cerro, o acaso no has pasado por la periferia acústica de Regla?