#música

Sintonizando

Las canciones norteamericanas que atesoraba en un casete de cinta magnética durante mi niñez no estaban en Estados Unidos, sino en un par de audífonos inalámbricos del futuro en las cortas travesías en avión de regreso a la isla del tiempo.

Memento mori

Cuando te das cuenta que Patato, el perro sato, murió hace años de viejo.

Superposición

Tras casi una década sin escucharlo, me sumerjo en el mar de hierro.

Quiero, a propósito, seguir sin entender nada más allá de los instrumentos que convierten al océano en música.

Y comienzo a cantar en mi lengua frases improvisadas que rimen al compás del otro idioma. Superpuestas. Sin que necesariamente tengan sentido.

La masacre musical

Yo no les digo discográficas. Les digo fábricas de música, y la música que sale de allí suena como salida de una fábrica.

Entra mami. Mete, saca. Perro, perra. Diablo, diabla. Fenómenos de mayorías: están matando la música. Triqui: traca.

Entrelazamiento de jueves

Hay que vivir el momento feliz. Entre dos instantes. Sin tener en cuenta el tiempo intermedio.

Porque podemos estar a ambos lados: pagando la entrada y mordiendo la pizza. Presente y futuro con respecto al Tun Tun.

Lo que suceda allá dentro no debe alterar la ingestión hawaiana. Pero si no pagas en CUP el ticket de entrada, el cobrador se reserva el derecho de que en el futuro instantáneo degustes el queso, la piña y el jamón.

¡Bienvenido, 0x7DC!

Esa visión apocalíptica de la historia es algo que nos caracteriza a nosotros como occidentales, no es una filosofía de los mayas.

Golpear calabazas con la punta de la lengua. Mientras se escucha el tic-tac del Doomsday Clock.

El 2012 es un año para concretar proyectos. Cómo hacer que retumbe el planeta o ingrese un buen meteorito para no perder seguidores, minutos antes del n-ésimo pronóstico del fin de los tiempos.

En diciembre otra vez se acaba el mundo. Como si los prestidigitadores necesitasen presionar desesperadamente Ctrl+Alt+Del.

El postapocalipsis tiene su gracia: lo estamos sufriendo ahora. Aunque nos refresquen la falsa noticia de que el tiempo fluye en línea recta, el mundo está en guerra, no hay clima que por calentamiento no venga y que ya no hay vuelta atrás.

Occupy reggaeton

Isla perdida. Donde una minoría invierte papel periódico en obstruirse los oídos.

Desaparecería la crisis tras adoptar de forma unánime la vibración del sonido que apesta. Recalcular la frecuencia, amplitud y longitud de onda como prefiera la plebe. Resquebrajar el modelo mecánico. Tornarlo corpuscular. Garantizando emisión/recepción de partículas firmes y pegajosas. Notas de mugre en el aire. Rico y sabroso. Dime qué escuchas y anunciaremos si gozas del sonido correcto, que el comuneo va en serio.

Danzagrama colectivo. El 99% somos nosotros. La vida es recreo. Dándole sabor a lo que huela a serenidad, meditación y silencio.

DespertARTE

Si te crees capaz de dibujar notas a través del solfeo y crear música deslizando otro pincel sobre el lienzo, estás a punto. De recorrer con la vista los paisajes que pueden exhibir tus ojos sin tener que retornar al sueño.

Con un par de audífonos

La música es lo que te permite trabajar cuando otros no están haciéndolo.

Censorshit

El pentagrama hexadecimal de Turbine Machine fue a parar a donde no vas a poder encontrarlo.

No por las vibraciones de bajas frecuencias, sino porque la agrupación continúa estando prohibida en gran parte del MundoReal™ y en todo este sector del ciberespacio.

Reducción al absurdo

Dicen que si el cerebro humano fuese tan simple que pudiésemos entenderlo, seríamos tan simples que no podríamos comprenderlo.

En fin... la única forma donde las oficodas puedan alcanzar relevancia entre los resultados de búsqueda de Google y el reggaeton logre reverberar.

iCDR

Sería encantador que todos mis vecinos tuviesen cuenta en Twitter. Para escuchar sus gritos y sus #nowplaying a través de un sintetizador puesto en mute sobre el fondo de un cajón.

Enana marrón

Si llegase a componer un álbum, lo llenaría de letras consistentes, solos eléctricos y reprises. Estaría disponible por al menos $0.01 en algún puesto de venta on-line, y pocos cientos de personas procederían a descargarlo.

Precognición

La super-banda pronunció el nombre de otro grupo imaginario en una de sus canciones.

Tal y como había sucedido con ellos, varios entusiastas lo adoptaron para indentificar un repertorio que escaló hasta la primera posición de todas las listas de éxitos.

Pero ninguna de las dos agrupaciones existen. Sus letras no han sido redactadas todavía.

The Great Gig in the Sky

And I am not frightened of dying.
Any time will do; I don't mind.
Why should I be frightened of dying?
There's no reason for it—you've gotta go sometime.

Las notas comenzaron a descender desde lo alto de un abismo, donde el eco de sirenas ralentiza el tiempo y conduce nuestros aplausos hacia una ovación eterna.

Thru marmalade skies

...and in the end, the love you take is equal to the love you make.

Éxito sin discográficas

Unos artistas simulan ventas.

Coldplay, Radiohead -y otras pocas bandas- ofrecen descargas.

Hacia Neverland

Noticias realmente tristes sobre Michael. Era un gran talento.

80's

Era tal la presión del futuro, que los artistas prefirieron que concluyese la década antes de componer sus canciones.

Fleetwood Mac

Qué lujo escucharlos. Es como redescubrir en cada una de sus notas los ritmos del blues, del rock & roll y del pop.